Du 6 au 9 février 2014
Notre association Fiber Art Fever! exposera au salon l'aiguille en fête, porte de Versailles à Paris
http://www.aiguille-en-fete.com
Nous y présenterons des mouchoirs afin d'inviter de nouveau les brodeurs de toute la France
à se joindre à nous
venez nombreux!
Broder pour la Paix est un mouvement pacifique créé en 2012, en faveur de la Paix de la Justice et de la Dignité au Mexique, par le collectif mexicain Fuentes Rojas et relié en France par Paty Vilo pour Fiber Art Fever! En 2015 nous avons ensuite brodé pour Charly En 2022 nous brodons maintenant pour la paix en Ukraine
vendredi 27 décembre 2013
Broder pour la Paix on continue!
Depuis le changement de pouvoir au Mexique (1er décembre 2012) rien n'a changé.. les chiffres ont même empirés
Continuons de broder puisque la violence n'a pas cessé
Pour ne pas abandonner les mexicains à leur triste sort dont l'Europe est en partie responsable pour sa consommation de drogue
pour que tous ces morts et tous ces disparus ne sombrent pas dans l'oubli
bien que personnellement j'ai de plus en plus de mal à assister, impuissante à toutes cette violence à travers les annonces quotidiennes d'assassinats et de disparitions que je n'arrive plus à partager avec vous
trop c'est trop!
Même si les mouchoirs n'arrivent pas toujours à destination, l'important est de continuer d'en parler avec nos aiguilles
Broder pour la Paix c'est:
Donner un nom aux personnes disparues depuis 2006 victimes du narco terrorisme et du grand banditisme
entre 2006 et 2012 plus de 90 000 personnes ont été assassinées, plus de 26 000 ont officiellement disparus, et plus de 120 000 personnes ont dus se déplacer
Depuis un an
plus de 19 000 assassinats ont été répertoriés
Demandez votre "cas" à broder
broderpourlapaix@gmail.com
http://periodicodigital.com.mx/notas/por_que_seguir_bordando_por_la_paz#.UrxqAn4z3lw
Continuons de broder puisque la violence n'a pas cessé
Pour ne pas abandonner les mexicains à leur triste sort dont l'Europe est en partie responsable pour sa consommation de drogue
pour que tous ces morts et tous ces disparus ne sombrent pas dans l'oubli
bien que personnellement j'ai de plus en plus de mal à assister, impuissante à toutes cette violence à travers les annonces quotidiennes d'assassinats et de disparitions que je n'arrive plus à partager avec vous
trop c'est trop!
Même si les mouchoirs n'arrivent pas toujours à destination, l'important est de continuer d'en parler avec nos aiguilles
Broder pour la Paix c'est:
Donner un nom aux personnes disparues depuis 2006 victimes du narco terrorisme et du grand banditisme
entre 2006 et 2012 plus de 90 000 personnes ont été assassinées, plus de 26 000 ont officiellement disparus, et plus de 120 000 personnes ont dus se déplacer
Depuis un an
plus de 19 000 assassinats ont été répertoriés
Demandez votre "cas" à broder
broderpourlapaix@gmail.com
http://periodicodigital.com.mx/notas/por_que_seguir_bordando_por_la_paz#.UrxqAn4z3lw
¿Por qué seguir bordando por la paz?
María Aranzazú Ayala26/12/2013 11:28:48
Bordados por la Paz da nombre y presencia a cada uno de los muertos y desaparecidos de la violencia en México
Fotografía: Agencia Enfoque
Puebla, México.- Seguir con la labor que comenzó en 2011, uno de los años más fuertes para la violencia en México y sobre todo de la guerra que el ex presidente Felipe Calderón le declaró al crimen organizado, ha sido difícil. Lo que inició como un memorial ciudadano que iba a ser expuesto en el zócalo de la Ciudad de México el 1 de diciembre de 2012, día del cambio de administración federal, se convirtió en una labor constante, un trabajo de resistencia y de reconstrucción del tejido social.
El movimiento Bordados por la Paz da nombre y presencia física a cada uno de los muertos y desaparecidos de la violencia en México: en pañuelos blancos, símbolo de despedida, se bordan con hilo rojo los asesinados y con hilo verde de los que no se sabe dónde están.
Algunos se han desanimado en ocasiones, sintiéndose desbordados por la violencia. Paty, de Broder Pour la Paix, de Francia, dice que al ver todo el tiempo fotos y fotos de personas desaparecidas se siente como si no pudiera cambiar las cosas, como si bordar o cualquier cosa “parece casi inútil frente a la fuerza de esta ola de violencia”.
El memorial
El 1 de diciembre de 2012 se expusieron cientos de pañuelos en tendederos a lo largo de la banqueta frente al Palacio de Bellas Artes, afuera del Museo de la Memoria y Tolerancia. Justo en ese punto se dieron los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad pública capitalinas y los manifestantes, donde hubo infiltrados —documentados por medios y ciudadanos de a pie que estuvieron presentes— que incitaron a la violencia.
Aunque los pañuelos tuvieron que ser arrancados y resguardados dentro del patio del Museo —donde varios bordadores de varias partes de México e incluso de Argentina se quedaron encerrados— los colectivos han seguido con la labor.
“A veces las cosas que lanza uno se hacen más fuertes que lo que deseamos y siguen por su propio camino”, dice Paty, quien aunque ya iba a dejar de bordar participará en una feria en febrero en París y expondrá varios pañuelos. “Porque más que los pañuelos, el acto de bordar para México se me hace muy importante para dar a conocer aquí esta situación (…), porque el acto de bordar es un acto de paz y pacificación”.
La resistencia
Alberto, de Bordados por la Paz Puebla, dice que la importancia de seguir con los bordados, poco más de un año después del 1 de diciembre cuando las manifestaciones contra la toma de posesión de Enrique Peña Nieto y la criminalización de la protesta social arrancaron el memorial ciudadano de hilo y aguja, es que la situación de la inseguridad en México no ha mejorado.
“Me parece que como sociedad nos estamos acostumbrando a vivir entre la violencia. Asumimos las agresiones como algo inherente a nuestro tiempo. Y en la acción de bordar y mostrar con nombre y apellido a las víctimas de la violencia hacemos un contrapeso al olvido colectivo y a la distancia que solemos poner con respecto a los problemas para no sentirlos como propios”. Y eso es precisamente la esencia del movimiento, lo que impulsa a Alberto a seguir con los hilos y agujas, la no normalización de la violencia, el no aceptar como normal ni cotidiano asesinatos y desapariciones cometidas en la impunidad, con toda crueldad, tanto por el crimen organizado como por elementos del propio Estado.
Gabriela, otra de las decenas de bordadores que se han sumado en varias partes del mundo, dice que es para seguir manifestando la realidad que se vive en el país. Ella considera que su grupo de bordados han perdido un poco de vista el ciclo, sin saber claramente los propósitos concretos, pero que incluso así hay razones muy fuertes para continuar con la tarea de bordar, pues “la violencia en todas sus formas sigue presente y parece ser que no hay como contenerla”.
Rosa, artista y bordadora, dice que hay que seguir denunciando pacíficamente lo que pasa en México, donde la criminalidad y la violencia no han disminuido, y porque hay que seguir trabajando para recuperar el tejido social. “Al bordar se establecen lazos entre desconocidos, más allá de las fronteras, y al hacerlo en plazas públicas se visibiliza la situación sin atentar a la paz pública”.
Es importante no perder de vista más de dos años de labor colectiva. Como dice Paty, “si dejo de invitar la gente a bordar ahora, se me hace que todo lo que hicimos antes no sirve, como si hubiera sido un fracaso y eso no puedo aceptarlo”.
El movimiento Bordados por la Paz da nombre y presencia física a cada uno de los muertos y desaparecidos de la violencia en México: en pañuelos blancos, símbolo de despedida, se bordan con hilo rojo los asesinados y con hilo verde de los que no se sabe dónde están.
Algunos se han desanimado en ocasiones, sintiéndose desbordados por la violencia. Paty, de Broder Pour la Paix, de Francia, dice que al ver todo el tiempo fotos y fotos de personas desaparecidas se siente como si no pudiera cambiar las cosas, como si bordar o cualquier cosa “parece casi inútil frente a la fuerza de esta ola de violencia”.
El memorial
El 1 de diciembre de 2012 se expusieron cientos de pañuelos en tendederos a lo largo de la banqueta frente al Palacio de Bellas Artes, afuera del Museo de la Memoria y Tolerancia. Justo en ese punto se dieron los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad pública capitalinas y los manifestantes, donde hubo infiltrados —documentados por medios y ciudadanos de a pie que estuvieron presentes— que incitaron a la violencia.
Aunque los pañuelos tuvieron que ser arrancados y resguardados dentro del patio del Museo —donde varios bordadores de varias partes de México e incluso de Argentina se quedaron encerrados— los colectivos han seguido con la labor.
“A veces las cosas que lanza uno se hacen más fuertes que lo que deseamos y siguen por su propio camino”, dice Paty, quien aunque ya iba a dejar de bordar participará en una feria en febrero en París y expondrá varios pañuelos. “Porque más que los pañuelos, el acto de bordar para México se me hace muy importante para dar a conocer aquí esta situación (…), porque el acto de bordar es un acto de paz y pacificación”.
La resistencia
Alberto, de Bordados por la Paz Puebla, dice que la importancia de seguir con los bordados, poco más de un año después del 1 de diciembre cuando las manifestaciones contra la toma de posesión de Enrique Peña Nieto y la criminalización de la protesta social arrancaron el memorial ciudadano de hilo y aguja, es que la situación de la inseguridad en México no ha mejorado.
“Me parece que como sociedad nos estamos acostumbrando a vivir entre la violencia. Asumimos las agresiones como algo inherente a nuestro tiempo. Y en la acción de bordar y mostrar con nombre y apellido a las víctimas de la violencia hacemos un contrapeso al olvido colectivo y a la distancia que solemos poner con respecto a los problemas para no sentirlos como propios”. Y eso es precisamente la esencia del movimiento, lo que impulsa a Alberto a seguir con los hilos y agujas, la no normalización de la violencia, el no aceptar como normal ni cotidiano asesinatos y desapariciones cometidas en la impunidad, con toda crueldad, tanto por el crimen organizado como por elementos del propio Estado.
Gabriela, otra de las decenas de bordadores que se han sumado en varias partes del mundo, dice que es para seguir manifestando la realidad que se vive en el país. Ella considera que su grupo de bordados han perdido un poco de vista el ciclo, sin saber claramente los propósitos concretos, pero que incluso así hay razones muy fuertes para continuar con la tarea de bordar, pues “la violencia en todas sus formas sigue presente y parece ser que no hay como contenerla”.
Rosa, artista y bordadora, dice que hay que seguir denunciando pacíficamente lo que pasa en México, donde la criminalidad y la violencia no han disminuido, y porque hay que seguir trabajando para recuperar el tejido social. “Al bordar se establecen lazos entre desconocidos, más allá de las fronteras, y al hacerlo en plazas públicas se visibiliza la situación sin atentar a la paz pública”.
Es importante no perder de vista más de dos años de labor colectiva. Como dice Paty, “si dejo de invitar la gente a bordar ahora, se me hace que todo lo que hicimos antes no sirve, como si hubiera sido un fracaso y eso no puedo aceptarlo”.
Inscription à :
Articles (Atom)