Ceux -çi ont été confisqués au porteur lors d'un contrôle de routine à la douane
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El extraño caso de los pañuelos por la paz bordados en Francia y confiscados misteriosamente en la aduana de San Antonio, Texas, nos tiene perplejos. Son ochenta obras de arte que desde octubre del 2012 bordaron en Quimper y Pont L'abbé -al norte de Francia-, en París y en otras ciudades francesas. Ochenta obras de arte que denuncian los asesinatos y desapariciones que se viven a diario en el territorio mexicano y que los tejanos no permitieron que llegaran a México.
Paty Vilo, una artista textil que vivió en Guadalajara varios años y está radicada en Bretaña, introdujo la idea de bordar por la paz de México a través de su grupo Fiberartfever Art Textile, que cuenta con más mil miembros. Como en esa región de Francia -que linda con el Canal de La Mancha- existe una importante tradición de labores de la aguja, comenzaron a hacer maravillas. El invierno pasado, lanzó la convocatoria a través de facebook.com/fiberartfever y más bordadoras de otras regiones del país se sumaron a la iniciativa. En Francia ya se han creado cerca de cuatrocientos pañuelos por la paz.
Cuando Paty Vilo se enteró que un viajero iba a pasar por su ciudad, le pidió que llevara algunos de los pañuelos solidarios a México. Desgraciadamente el joven hizo escala en San Antonio, en cuyo aeropuerto se los confiscaron, tras una inspección por parte de las autoridades de migración.
La situación se complicó cuando las autoridades migratorias lo interrogaron acerca del origen, destino y objetivo de los pañuelos. Dado que no podía arriesgarse a perder el vuelo a México, ni sus visas de trabajo, aceptó que las autoridades le incautaran los ochenta pañuelos. Tenía que tomar el avión. En Texas se quedó así el trabajo de docenas de mujeres francesas que se solidarizaron con las víctimas de la violencia de México y la denuncian a través de sus manos generosas.
Tres de ellas, Véronique, Annie y Nathalie tras la rabia y la tristeza por la injusta pérdida de su trabajo (no es ilegal viajar con bordados, no se trata de alimentos ni de líquidos) reaccionaron optimistas en la red: “no nos dejemos desmoralizar”, “comenzaremos de nuevo”.
Y ese no dejarse desmoralizar se ha vivido en los mismos días en San Juan de Puerto Rico. Tras muchos esfuerzos por mostrar los Bordados por la Paz en plazas púbicas y espacios semiprivados que no llegaron a buen puerto, el 13 de noviembre de 2013, Día de Concienciación Contra los Crímenes de Odio se invitó al colectivo Bordados por la Paz - Puerto Rico, a la Plaza de Armas de San Juan, donde se les ofreció una mesa bajo una una carpa oficial, para que colgaran sus pañuelos.
Asistieron al acto vecinos de San Juan, miembros de la comunidad LGBTT y sus familiares, y representantes religiosos. La alcaldesa Carmen Yulín Cruz reconoció además la labor de varios lideres de la comunidad que trabajan por la equidad.
A raíz de esto, los Pañuelos por la Paz –donde se bordan casos de México, y de violencia doméstica y crímenes de odio del país-, van a seguir circulando en otras actividades de la capital. Mientras en lugares comoSan Antonio, Texas se establece un atentado contra la libertad de expresión; en la isla de Puerto Rico, la denuncia contra los asesinos sigue circulando. Y en Francia, las aguerridas bretonas no se dejan amedrentar y seguirán bordando por la paz.